Los mejores sistemas educativos y más valorados a nivel mundial son el inglés, el francés, el americano y el sistema IB (Bachillerato Internacional). Cada uno de ellos enfatiza diferentes aspectos.
En primer lugar, el sistema francés destaca por haberse establecido en todas las colonias de su Estado. De ahí que encontremos este sistema educativo en todos los países árabes y en las ciudades más importantes del mundo a través de los conocidos Liceos ‒liceo francés en Barcelona, en Madrid, etc.‒.
El sistema educativo francés se ha convertido en un estándar de la educación.
Para la persona que quiere una educación neutra y de calidad, la educación impartida en el Liceo francés está muy valorada, aunque resulte exigente en su discurso tradicional. Se trata de un sistema basado en el concepto de «clase magistral», es decir, el profesor da la explicación, el alumno toma apuntes y finalmente se examina de los conocimientos.
En segundo lugar ‒y no por una cuestión de importancia‒, encontramos el sistema inglés; también extendido como un estándar, gracias a su aplicación en las colonias británicas.
En este sistema cada dos años se celebran unas revalidas para comprobar que el estudiante sabe lo mínimo exigido para pasar al siguiente nivel.
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En tercer lugar, encontramos al sistema americano, de gran aceptación por tratarse del sistema aplicado en el imperio más potente de la actualidad. Al igual que el francés y el británico, el sistema educativo americano puede encontrarse en un gran número de países. Posiblemente sea un sistema más agradecido que los anteriores, dado que en él se valora esencialmente el trabajo diario y personal.
En cuarto lugar tenemos el Bachillerato Internacional, inventado en Suiza, y considerado actualmente como el sistema educativo premium. Curiosamente, este sistema ha conseguido el status de nación a efectos de convalidaciones. Por ejemplo, España reconoce al Bachillerato Internacional igual que el francés.
El Bachillerato Internacional se basa en buscar el pensamiento crítico del estudiante; intentar formar a personas de libre pensamiento.
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El Bachillerato Internacional se compone de seis asignaturas estructuras en: dos lenguas (la propia y una segunda), unas humanidades (por ejemplo, historia), unas ciencias (física, química y biología), unas matemáticas y una asignatura de arte (que puede ser cine, fotografía, pintura, etc.). Al mismo tiempo, contempla unas asignaturas de la teoría del conocimiento, que se basan en el análisis crítico de las cosas. Y, finalmente, el alumno debe hacer ciertas horas de cooperación, de deporte y de servicio a la comunidad. Todo ello con exámenes centralizados que se corrigen de forma objetiva.
Para detectar los mejores sistemas educativos de IB, lo importante es aprender a defender puntos de vista que quizás no se alineen con los nuestros.
La educación internacional puede ser asequible con las becas para estudiar en el extranjero.
