He escrito este post para que, de forma sencilla y ordenada, conozcas las 5 claves y pasos básicos para aficionar a tus hijos a la lectura.
Muchas veces hemos oído la frase:
Qué suerte que a tu hijo le gusta leer, al mío no le gusta nada.
¡A todo el mundo le puede gustar leer! Sólo hay que hacerles descubrir ese mundo.
Leer, para unos, es estar al día de lo que pasa en el mundo, para otros, se asocia a un rato de ocio, entretenimiento, aprendizaje, etc. Cada uno lo hace por motivos diferentes. Leer es comunicar, aprender, soñar, es pasar un buen rato a solas, en silencio, en calma.
Los que están acostumbrados a leer mucho, leen más rápido, tienen mejor comprensión lectora y se concentran con mayor facilidad. Así que nos interesa que nuestros hijos cojan este hábito y no lo dejen.
Para que tu hijo/a coja esta afición por la lectura que le ayudará el resto de su vida hay varios puntos que se tienen que trabajar:
Es real y cierto que si no nos ven aficionados a la lectura, poco vamos a poder influir en ellos con argumentos de peso y creíbles. Los hijos que ven a sus padres leer tienen mucho ganado. El hecho de que nos vean con un libro de lectura en el salón o en la cama, que vean que nos llevamos el libro el fin de semana, si nos vamos fuera, o de viaje… no es importante, es fundamental. Eso ya crea en ellos una curiosidad y una realidad desde que son pequeños: ¡los mayores leen! No es una obligación del colegio, lo hace todo el mundo.
El hábito de la lectura, la afición por los libros, ha de comenzarse a trabajar desde que empiezan a leer. O incluso antes, sólo pasando páginas de libros con poca letra y muchos dibujos.
Hasta que cogen el hábito de la lectura, hay pasos que parecen irrelevantes pero que luego te ayudarán mucho, uno de ellos es que te vean con ganas de compartir este rato de aprendizaje, muéstrale tu entusiasmo en sus adelantos y valóralos delante de los demás!
Si ve que leer, es un regalo de halagos a los oídos, además de pasar un rato exclusivo contigo, siempre querrá leer ese ratito.
Estos son un par de pasos para que un niño coja la sana afición de leer:
Pero aún quedan algunos factores más…
El rato de antes de irse a dormir es muy bueno para leer. A veces no es fácil, cuando tienes a más de uno que requiere tu atención. Pero hazlo por riguroso orden cada día, que sepa que no le vas a dar prisa, con las prisas y los nervios se lee peor.
Cuando ya estéis instalados en su cama cómodamente para leer, empieza tú a hacerlo. Lee un par de páginas para que él se introduzca en la historia (les encanta que les lean) y cuando creas que ya sabe de qué va, que está concentrado y metido en la historia, pásaselo y que siga leyendo él/ella.
Primero media página, después con el tiempo 1 página. Alternar la lectura entre tú y él/ella, es lo mejor, al principio se cansan rápido. No pasa nada, vuelves a retomar tu la lectura, y a la página siguiente se lo vuelves a pasar.
Lee siempre más tu que él/ella, de esta forma se acostumbra a imaginarse la historia. Les encanta que les lean en voz alta, hazlo pero haciendo que participe: una páginas tú y media él, después una página cada uno, etc.
Para trabajar la comprensión lectora empieza muy poco a poco:
Si un día está muy cansado no le hagas leer, pero no te saltes ese rato de lectura, lee tu un par de páginas y a dormir.
Enséñale a entonar, a pararse en las comas, los puntos, etc.
No todos los niños empiezan a leer con la misma fluidez, a algunos les cuesta más que a otros. No les interrumpas cuando leen, sólo si inventan la palabra. Puedes ayudarles, tapando el final de la palabra con el dedo si le cuestan las palabras largas.
A veces es tremendo, y hay que cargarse de paciencia. Lo sé. Y morderse la lengua, hasta casi tragársela, para no terminarles una palabra, pero si lo haces bien les gustará leer contigo y luego irán cogiendo el hábito de leer en la cama solos.
Os dejo algunas referencias de libros en Amazon, en librerías infantiles también podéis encontrarlos, pero como os comentaba, es mucho mejor ir con ellos/as a comprarlos.
Algo que motiva mucho a la lectura es hablar del libro que se está leyendo, él o cualquier miembro de la familia.
A la hora de cenar, por ejemplo, o cuando está con los abuelos o tíos, comentar que se está leyendo un libro muy chulo elegido por él, le dará valor.
Cuando esté leyendo cualquier libro o revista, pregúntale por él. Sigue el argumento, recuerda los nombres de los protagonistas y pregúntale por ellos. Puede ser además un punto de apoyo para ti en un momento dado, como ejemplo para educar, para educarle en la empatia, la afabilidad, la asertividad…
Con estas preguntas él ve que la lectura es también un recurso de temas para hablar, debatir, opinar, preguntar y que todo vale para exponer temas interesantes. Conocen nuestros puntos de vista y aprenden de nosotros.
Hablar con nuestros hijos sobre el libro que se están leyendo o que se han leído es un punto muy interesante. Si vosotros no os habéis leído su libro podéis preguntarle de qué va, por donde va, qué pasa, etc. Es un ejercicio de comprensión lectora, de ordenar lo leído y de resumir y pasarlo a sus palabras, así que es un ejercicio importante. Pero no lo hagáis como ejercicio rutinario, pierde todo el encanto y espontaneidad, es interés por vuestra parte en su lectura y así tenéis que demostrarlo.
Leerse uno de los libros que se haya leído él/ella antes , cuando ya son mayores es también un buen ejercicio. Además en la adolescencia estos temas unen, los temas también son para su edad y es una forma fácil y cómoda de abrir un debate sobre algo que nos interesa para formarles.
No hay que pensar que cuando ya saben leer ya está todo conseguido, porque lo que realmente nos interesa con el hábito de la lectura son cinco fines imprescindibles que le van a ayudar mucho los próximos años y toda su vida, cinco fines que sólo se consiguen leyendo mucho:
Por ese motivo hemos de seguir yendo a comprarle libros, sin desfallecer en que alguno lo deje a medias porque es aburrido o no le gusta. Si es menor de 12 años podemos volver a empezar a leerlo con él, así vemos realmente si es cierto o no que es aburrido.
Si el libro no lo leen cada día pierden el hilo de la historia y se vuelve un aburrimiento de verdad.
Sabemos como especialistas en asesoramiento pedagógico que hay unas edades que no son fáciles para comprar un libro pero en las librerías buenas los especialistas saben qué libros son los últimos, los que más se están leyendo, etc.
La clave como todo en educación es:
Constancia + Paciencia + Entusiasmo
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